Uno de los mayores retos que impuso la pandemia a la industria logística ha sido mantener su continuidad operacional. Sabemos que desde 2020 gran parte de la población mundial se volcó a realizar compras a través de canales digitales, poniendo en jaque la capacidad de respuesta y agilidad de millones de empresas.
El futuro no se vislumbra diferente. De hecho, solo en Chile, las proyecciones señalan que el e-commerce continuará creciendo a tasas de dos dígitos durante los próximos años, evidenciando la gran presión que ejercerán el retail y el comercio sobre las cadenas de suministro.
Otro ejemplo es lo que ocurrirá con la apertura de más y nuevas dark stores o “tiendas oscuras”, las cuales han sido pensadas para permitir que, por medio de un clic en un sitio web o aplicación, el usuario/cliente compre y reciba su producto en un par de horas. Y para que eso suceda, la tecnología será clave.
Sin lugar a duda los últimos dos años fueron tremendamente complejos para el sector logístico: escasez de materias primas, quiebres de stock en líneas de productos, falta de transporte, alza en los costos de traslado y un sinfín de problemáticas son las que han marcado la tónica. No obstante, todo indica que este año la situación se mantendrá, por lo cual, el gran desafío del sector será mantener la continuidad operativa a todo evento, logrando cumplir con las expectativas de los clientes y optimizar cada vez más sus procesos internos.
Para cumplir con este objetivo, creemos que la habilitación de soluciones robustas de conectividad, cloud, ciber seguridad y monitoreo serán la clave del éxito ¿Por qué? Porque serán el sustento que permitirá al ecosistema logístico tener control de sus inventarios, conocer la ubicación de sus productos, gestionar la recepción de órdenes de compra y despacho…y un sinfín de procesos propios de la industria, unos que no podrán ejecutarse con la disponibilidad y confiabilidad que se requieren sin contar con el soporte de soluciones tecnológicas adecuadas.
En ese contexto, los proveedores de servicios gestionados se transforman en un socio idóneo para esta industria, que deberá poner todos sus esfuerzos en mejorar tiempos de distribución, reducir costos, aumentar la visibilidad y control de los productos, etc.
Y es que la ventaja de escoger al socio tecnológico adecuado es que la empresa logística podrá contar con un asesor de confianza, que no solo será capaz de guiarlos en su proceso de digitalización, sino que también será quien asuma la responsabilidad de la gestión de la tecnología y su mejora continua. De esta forma, el operador logístico se enfocará en su negocio, en mejorar la experiencia de los clientes y brindar un servicio que exceda sus expectativas, dejando en manos expertas la gestión de soluciones tecnológicas.
Por Francisco Fuentes, gerente Comercial IFX Networks Chile